Plegaria de Consagración a la Virgen

Virgen, madre de mi Dios,
haz que yo sea todo tuyo.
Tuyo en la vida, tuyo en la muerte,
tuyo en el sufrimiento,
en el miedo y en la miseria;
tuyo en la cruz y en el doloroso desconsuelo,
tuyo en el tiempo y en la eternidad.
Virgen, Madre de mi Dios,
haz que yo sea todo tuyo.
Amén



Juan Pablo II

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