Nuestra Señora de Luján - 8 de mayo

En la provincia de Buenos Aires, a 67 kilometros al oeste de la capital argentina, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona del país y que sirve de morada a esta advocación desde hace 4 siglos, y alienta la devoción mariana de los católicos argentinos.
El culto a la virgen se remonta al año 1630 cuando Antonio Farias Saa, un rico hacendado de Santiago del Estero, le pide a un amigo de Brasil que le envie una imagen de la Inmaculada Concepción con la idea de construirle una capilla en su finca.

Según la tradición el amigo le envió dos imagenes, una que cumplia con el encargo y otra de la Virgen con el  Niño Jesús. Luego de tres dia de camino a traves de la Pampa, la caravana que la transportaba se detuvo en tierras de Rosendo Oramas a orillas del Rio Luján. Cuando fueron a retomar el camino, la carreta parecia haberse clavado en el suelo, nada hacia que se moviera. Comenzaron a bajar la carga hasta que aparecio una pequeña caja que contenia la imagen de la Virgen, al bajarla los bueyes comenzaron a andar, al subirla nuevamente los animales se detuvieron, así que interpretaron qe la Virgen quería quedarse en Luján.
En ese lugar se le veneró durante 40 años hasta la muerte de Rosendo Oramas.
Dice la leyenda que Manuel un africano vendido como esclavo en Brasil, cuando era un niño fue regalado a la Virgen por Rosendo Oramas para que cuidara de ella. Sin embargo tambien se dice que llegó al Rio de la Plata a los 25 años de edad en la misma caravana que la Virgen, presenció el milagro en la estancia de Oramas y quedó tan conmovido ante el prodigio que decidio consagrar su vida a la Virgen.
Se dice que el esclavo recibió el don de curación con el sebo de las velas de la capilla, y solia relatar a los peregrinos que la Virgen salia por las noches con el fin de aliviar a los que sufrian.
Con la muerte de Rosendo Oramas, sus herederos intentaron quedarse con el esclavo, pero el insitió en seguir cuidando de la Virgen, presentó una demanda ante los tribunales de Buenos Aires y asi obtuvo la libertad definitiva.

La ermita quedo solitaria y el heredero de Oramas cedió la imagen a Ana Mattos, quien decidio trasladarla a su estancia, (ubicada al lado del Rio Luján) la ubicó en el mejor cuarto de su casa y queria construirle una capilla. Cometió el error de no llevar a Manuel, y esa noche misteriosamente la Virgen regresó a su antigua ermita. Ana volvio a llevar la imagen a su casa y nuevamente regresó a la estancia de Oramas. Ante esto la buena mujer consulta a la autoridades eclasiasticas y civiles quienes examinaron lo sucedido y decidieron trasladar de nuevo la imagen en devota peregrinacion, esta vez en compañia de Manuel y fué así como la imagen no retornó más a su antigua capilla.
La autoridad eclesiastica permitio oficialmente el culto público a la Pura y Limpia Concepció del Río Luján. El templo se construyó en un terreno donado por Ana Mattos en 1677. Poco a poco con la llegada de los devotos, el paraje se convirtió en una aldea a la que se denominó Pueblo de Nuestra Señora de Luján.
La devoción fue creciendo año tras año con los milagros que se sucedían y el 23 de octubre de 1730 se le otorgó el titulo de villa a Luján y en 1839 fue declarada ciudad.
Por el año 1885 Jorge Maria Salvaire, sacerdote que aseguró ser sanado por la Virgen, inició la construcción de la actual basílica, con el apoyo de monseñor Aneiros y la colaboración de sus compañeros de congregación.
El 3 de diciembre de 1871 se realizó la primera peregrinación al Santuario. La basílica de Luján fue declarada monumento histórico nacional en 1998. 
Pagina de la Basilica de Luján: aquí
El proximo texto es extraido de La Gaceta:

Viernes 7 de Mayo de 2010 | Trasladarán la imagen a Villa Luján en una carreta tirada por bueyes.

De manera especial se honrará mañana a Nuestra Señora de Luján, patrona de los argentinos, en el mes del Bicentenario. A las 17, la plaza de Villa Luján recibirá con aplausos la imagen de la Virgen, que llegará en una carreta tirada por bueyes, como se hacía antiguamente. A las 19.30, en la parroquia del barrio, el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Villalba, oficiará una misa en la que se pedirá por las necesidades de los argentinos.