
En junio de 1919 la Virgen del Rocío es coronada por el cardenal de Sevilla. En 1959 se abre una carretera entre Almonte y la aldea, lo que permite la expansión del peregrinaje, pasando en la década de los 70 de ser una fiesta desconocida y comarcal a estar en constante crecimiento hasta nuestros días.La romeria se celebra en la aldea del Rocío por Pacua de Pentecostés, cincuenta dias despues de Semana Santa. Ese dia se realiza una de las peregrinaciones marianas mas importantes del mundo.
El lunes de Pentecostés de cada año, la Virgen sale en procesión por las calles de la aldea, portada a hombros de los almonteños. Este acto pone fin a la peregrinación, y tras él los peregrinos inician el camino de vuelta a sus respectivos puntos de partida.
La Virgen del Rocío también es conocida por otras denominaciones, como "Blanca Paloma" o "La Reina de las Marismas".
Otra tradición que se cumple cada siete años, es el traslado de la Virgen desde la aldea al pueblo de Almonte. Data esta tradición del hecho de que en determinadas ocasiones puntuales la Virgen se trasladaba antiguamente al pueblo, para tenerla cerca en épocas de epidemias, guerras, sequías, malas cosechas, hambre, gripe... Sin embargo, es reciente la costumbre actual de cada siete años. A la Virgen se le cambia su ropa de Reina por la de Pastora, y es llevada a hombros hasta Almonte. Después, otra vez a hombros, casi rozando la fecha de Pentecostés, regresa de nuevo a su Ermita. Al llegar a Almonte, la Virgen es colocada sobre una tarima, para ser bien vista por todos, en el lugar llamado “El Chaparral”. Allí, el párroco del pueblo es el encargado de quitarle a la Virgen el guardapolvo que la cubrió en el camino, y el velo que tapó su cara. La tradición manda que el velo ha de ser quitado en el momento en que el primer rayo solar del día ilumine el rostro de la Señora. En ese momento cientos de trabucos y escopetas, disparan salvas en honor de la Virgen.
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