"A pesar de ser pequeños en el concierto mundial, una institución como la Iglesia pone los ojos en Uruguay. Esto es un reconocimiento del papa Francisco", dijo emocionado Sturla a El País tras recibir de rodillas y frente al papa la birreta roja, el título y el anillo cardenalicio. El 14 de febrero de 2015 quedó marcado en la historia de la iglesia uruguaya pero también en la del país, que por segunda vez tiene un cardenal.
El arzobispo de Montevideo fue investido junto a otros 19 nuevos cardenales y por primera vez los no europeos superan a los europeos en el Colegio Cardenalicio, que quedó integrado por 227 purpurados, de los cuales 125 son electores, es decir que tienen menos de 80 años y pueden participar en un eventual cónclave para elegir a un nuevo papa. El Sumo Pontífice explicó que un cardenal debe ser "un perno, un punto de apoyo y un eje esencial para la vida de la comunidad". "Que el pueblo de Dios vea siempre en nosotros la firme denuncia de la injusticia y el servicio alegre de la verdad", les pidió ante la atenta mirada del papa emérito Benedicto XVI. Francisco aseguró que la "caridad" tiene que ser la pauta de su trabajo pero aclaró que eso no significa ser "magnánimo y benevolente". Les instó a "amar con gestos de bondad" y llamó a "querer el bien, siempre y para todos, incluso para los que no nos aman".
Después de 39 años la iglesia uruguaya vuelve a tener un cardenal. ¿Qué significa eso para la institución pero también para el país?
—Es una alegría para todos los uruguayos y así me lo han hecho saber muchísimas persona en Montevideo después del nombramiento. En la calle me ha parado gente que me dijo que no era creyente pero que era un orgullo para Uruguay volver a tener un cardenal. Yo creo que eso refleja que, a pesar de ser pequeños en el concierto mundial, hay una institución, como la Iglesia que pone los ojos en Uruguay y eso se siente. Esto es un reconocimiento del Papa a la Iglesia uruguaya porque yo llevaba solo diez meses de arzobispo cuando me nombró y creo que, más que a mi persona, es una distinción para la Iglesia uruguaya y el país. Eso nos tiene que llenar de gozo.
En lo personal, Sturla dice que tiene mucho para aprender sobre cuáles son las responsabilidades concretas en las que podrá aportar y cuenta que vivió la ceremonia con "alegría" y "emoción", lo cual demuestra al responder en quiénes pensó cuando estaba en la basílica de San Pedro. Después de un largo silencio y pedir perdón por quebrarse dijo que pensó en sus padres, quienes fallecieron cuando era adolescente, y en dos de sus hermanos también fallecidos. "Pensé también en toda la diócesis de Montevideo, los llevaba en el corazón", agregó.
¿Qué cambia esto en su rutina? ¿Tendrá que viajar más seguido a Roma?
—Espero que lo menos posible porque ya ser arzobispo de Montevideo lleva mucho trabajo, pero sin duda que tendré que viajar más seguido, por lo menos una vez al año. El Papa suele nombrar a los cardenales para alguna comisión, pero todavía no me han dicho nada, así que espero ser el último en la lista para poder seguir estando mucho tiempo, como hasta ahora, en el país.
—A todos los nuevos cardenales se le asignó ayer una iglesia de referencia en Italia. ¿Cuál le tocó?
—Se llama Santa Galla de Roma, es una parroquia que está en un barrio popular romano. Espero poder conocerla en los próximos días y en una futura visita podré celebraré misa allí, por ejemplo. Ext. de El Pais.
La advocacióncatólica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en 1858. Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Bernadette Soubirous, una adolescente pobre y analfabeta de catorce años, aseguró haber visto en 18 ocasiones a laVirgen Maríaen una gruta del paraje de Massabielle, al occidente deLourdesentre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858.
En la tercera aparición, la niña habló con la Señora en gascón, dialecto occitano que se usa en la zona, la cual se dirigió a ella usando el "usted" (voi) de cortesía y pidiéndole: "¿Me haría usted el favor de venir aquí durante quince días?" (Boulet aoue era gracia de bié aci penden quinze dias?). Bernadette le prometió que lo haría. A su vez, la Señora le anunció que no le prometía hacerla feliz en este mundo, sino en el otro.
En sucesivas apariciones, el mensaje fue tomando cuerpo:
Invitación a la Penitencia y a la oración por los pecadores (21 de febrero).
Invitación a vivir una pobreza más evangélica.
Solicitud de que se hicieran procesiones a la gruta y le fuera erigida allí una capilla (2 de marzo).
El 25 de febrero, según testificó Bernadette, la Virgen le dijo que fuera a tomar agua de la fuente y que comiera de las plantas que crecían libremente allí.
Ella interpretó que debía ir a tomar agua del cercano río Gave y hacia allá se dirigió. Pero la Señora le enseñó con el dedo que escarbara en el suelo.
Al excavar en el fango e intentar beber, Bernadette ensució su rostro, y sus gestos y apariencia fueron motivo de escepticismo por parte de muchas de las 350 personas presentes, ya que el manantial no se manifestó de inmediato. Sin embargo, poco después surgió una fuente de agua que, hasta el día de hoy, es meta de peregrinaciones por parte de muchos católicos y que ha sido testigo de numerosos milagros.
El manantial que brotó aquel 25 de febrero de 1858 produce cien mil litros de agua por día, de forma continua desde aquella fecha hasta nuestros días.
Ante la reiterada petición de Bernardette de que revelara su nombre, el 25 de marzo de 1858 (en su decimosexta aparición) la Señora le dijo : "Que soy era Immaculada Councepciou" ("Yo soy la Inmaculada Concepción").
La Iglesia católica consideró a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Lourdes, la patrona de los enfermos.
El más reciente reconocimiento de un milagro por parte de la Iglesia Católica sobrevino en el año 2005. Asimismo, se reconoció que 6 milagros tuvieron lugar por intercesión de Nuestra Señora de Lourdes sin que los enfermos viajaran a Lourdes. La mayoría de los milagros se produjeron por contacto con el agua de Lourdes (49 milagros de los 67). Para que una curación se considere milagrosa se deben cumplimentar una serie de requisitos, entre los que se cuentan:
Que la dolencia sea incurable, desde un punto de vista científico.
Que se haya puesto de manifiesto la total ineficacia de los medicamentos o protocolos empleados en su tratamiento.
Que la curación haya sobrevenido de forma súbita y no gradual.
Que la curación haya sido absoluta, con efectos duraderos, y no solamente una remisión.
Que la curación no sea el resultado de una interpretación derivada del estado psíquico de la persona.
La persona más joven que se considera recibió esa gracia fue un niño de 2 años: Justin Bouhort, de Lourdes (Francia), que padecía hipotrepsia crónica post infecciosa con retardo del desarrollo motor.
Algunos de 67 casos de curación considerados milagrosos por la Iglesia católica son los siguientes:
Jeanne Fretel, de Rennes (Francia). Visitó Lourdes el 10 de mayo de 1948, a los 31 años. Tenía peritonitis tuberculosa, con enflaquecimiento extremo y fiebre. Fue llevada a Lourdes en estado comatoso. Le fue dado un fragmento minúsculo de Eucaristía y despertó. Se informó que fue "inmediata y permanentemente curada" esa noche mientras yacía en su silla de ruedas al lado del manantial. Ella todavía no se había bañado en el manantial, ni bebido de su agua. Su curación fue reconocida oficialmente el 11 de noviembre de 1950.
Marie Bigot, de La Richardais (Francia). Visitó Lourdes en dos oportunidades, el 8 de octubre de 1953 y 10 de octubre de 1954, a la edad de 31 y 32 años respectivamente. Padecía de aracnoiditis a nivel de la fosa posterior (causal de su ceguera, sordera y hemiplegia). Su curación fue reconocida oficialmente en Rennes, el 15 de agosto de 1956.
Juliette Tamburini, de Marsella (Francia). Visitó Lourdes el 17 de julio de 1959, a la edad de 22 años. Padecía osteoperiostitis femoral con fístulas y epistaxis. Su curación fue reconocida el 11 de mayo de 1965 en la diócesis de Marsella.
Vittorio Micheli, de Scurelle (Italia). Visitó Lourdes el 1 de junio de 1963, a la edad de 23 años. Padecía de sarcoma (cáncer) de pelvis. Su tumor canceroso era tan grande y terrible que desencajó su muslo izquierdo, dejando su pierna izquierda paralizada. Después de ser bañado en las aguas del manantial, se liberó del dolor y pudo caminar. La disminución del tamaño del tumor se produjo de inmediato, aunque la verificación final se realizó en febrero de 1964, fecha en la que no sólo el tumor había desaparecido por completo, sino que además se había recalcificado la unión con la cadera, habiendo retornado Vittorio a su vida normal. La curación fue reconocida el 26 de mayo de 1976 en la diócesis de Trento.
Serge Perrin, de Lion d’Angers (Francia). Visitó Lourdes el 1 de mayo de 1970 a la edad de 41 años. Sufría de hemiplejía recurrente del lado derecho, con lesiones oculares, por trombosis bilateral de la arteria carótida. Los síntomas, que incluían dolor de cabeza, deterioro del habla y de la visión, y parálisis parcial del lado derecho, comenzaron sin advertencia previa en febrero de 1964. Durante los siguientes seis años vivió confinado a una silla de ruedas, casi ciego. En 1969 viajó a Lourdes, retornando en el mismo estado alarmante. Durante su peregrinaje a Lourdes en 1970, sintió un calor repentino de pies a cabeza, retornando su visión y su capacidad de caminar sin ayuda alguna. Regresó de Lourdes con la confirmación médica de hallarse curado. Su curación fue reconocida oficialmente el 17 de junio de 1978 en la diócesis de Angers.
Delizia Cirolli, luego Delizia Costa, de Paternò (Sicilia, Italia). Visitó Lourdes el 24 de diciembre de 1976 a la edad de 12 años. Padecía del Sarcoma de Ewing en la rodilla derecha. Los doctores sugirieron la amputación pues el avance de la enfermedad podría resultar fatal, pero sus padres se rehusaron. La madre llevó a la niña a Lourdes. A su retorno a Italia, el tumor evidenció una rápida regresión hasta desaparecer toda evidencia del mismo. El tumor dejó su tibia angulada, requiriéndose una operación correctiva (osteotomía). La niña recomenzó a caminar, comer, y vivir normalmente. Su curación fue reconocida el 28 de junio de 1989 en la diócesis de Catania (Italia). Ella se hizo enfermera. mas info en wikipedia
Su nombre proviene de candelero o candela que se refiere a la luz. La luz santa que nos guía hacia el buen camino y la redención y aviva la fe en Dios. En Uruguay la Iglesia de la Candelaria o Parroquia de Santa María de la Candelaria es el templo católico más importante de Punta del Este. Se encuentra en la península, cerca del faro. La Iglesia de la Candelaria constituye un centro de culto importante durante todo el año. Frente a la plaza del Faro de Punta del Este se encuentra el edificio, en cuya fachada impacta el color celeste y en su interior se aprecia una imagen de la Virgen de la Candelaria que provino de España. El 2 de febrero de 1516 cuando Juan Díaz de Solís tomó posesión de estas tierras en nombre de la corona española, designó a Punta del Este y a la bahía de Maldonado con el nombre de Santa María de la Candelaria. En el último cuarto del siglo XIX el Padre Pedro Podestá, nacido en la isla Gorriti en 1846 y Párroco de Maldonado entre 1873 y 1906, ofició misas en el faro de Punta del Este a partir de 1860. En julio de 1965 se entronizó en la Iglesia una imagen de la Virgen de Luján, proveniente del barco argentino "Santa María de Luján", que encalló en las cercanías de la playa del Emir ese año. Finalmente, en 1967, el Padre Anselmo M. de Treinta y Tres efectuó las reformas necesarias en el templo para adecuarlo a las reformas introducidas por el Concilio Vaticano II.datos ext. wikipedia
La parroquia del Santuario de la Medalla Milagrosa y San Agustín organizaron este sábado, por cuarto año consecutivo, el "Gran Rosario de Bendiciones para las Familias", presidido en esta ocasión por el arzobispo de Montevideo y recién nombrado nuevo cardenal por el papa Francisco, Daniel Sturla. El evento comenzó con una procesión que partió a las 18.00 horas desde la parroquia de la Medalla Milagrosa portando la imagen de la Virgen titular del Santuario. La marcha fue encabezada por su párroco, Fabián Barrera, y se dirigió hasta la aduana de Oribe, donde esperaba el cardenal Sturla para dar inicio al rezo del Rosario. Sturla ofreció previamente unas palabras sobre la familia y bendijo rosarios. Ext. de Observador (Uruguay)
Nació en el Castillo de Sales el 21 de agosto de 1567, sus padres fueron Francisco de Sales de Boisy y Francisca de Sionnaz. A los 13 años viajó a París para estudiar con los jesuitas. Después estudió Derecho y Teología, primero en la Universidad de París y después en la de Padua. Deseaba ser sacerdote, pero se lo ocultó a su padre; sólo su madre y amigos íntimos lo sabían. Al terminar de estudiar, un acontecimiento ayudó a su ordenación: el canónigo de Sales, Luis de Sales, ayudado por el obispo de Ginebra, Claudio de Granier, hablaron con el Papa, quien lo nombró deán del capítulo de Ginebra.
El nombramiento llegó de sorpresa para su padre, quien aceptó la ordenación, acaecida en 1593. A partir de ese momento, ejerció el sacerdocio con bastante trabajo y dedicación. Tomó como ejemplos de vida a san Francisco de Asís y a san Felipe Neri con lo que desarrolla una personalidad alegre, paciente y optimista. Sus inicios como sacerdote los ejerció entre los pobres. Tiene el título de Doctor de la Iglesia, es titular y patrono de la Familia Salesiana (fundada por Don Bosco) y también patrono de los escritores y periodistas. Después de una temporada atendiendo a las comunidades religiosas de su diócesis, fatigado por su gran labor apostólica, murió a los 56 años. En 1665 fue canonizado por el papa Alejandro VII, fijando la Iglesia Católica su fiesta litúrgica el 24 de enero. En 1877 recibió el título de Doctor de la Iglesia por la eminencia de sus obras y por su vida ejemplar. Así mismo, es considerado el Santo de la Amabilidad. Prueba de ello son las 33 piedras que obtuvieron de su vesícula biliar el día de su muerte, signo de los constantes esfuerzos por mitigar los corajes que hacía, siempre teniendo un rostro sereno o una sonrisa. Ext. de wikipedia
Este sitio es para honrar a nuestra Madre Maria. En el iremos conociendo sus advocaciones y también devociones varias. Claudia Canelones - Uruguay 11-4-2010
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