Como cada 22 de febrero celebramos a Nuestra Señora de Lourdes
La advocación de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las 18 apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia. ext de wikipedia
ORACION
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! ...
Ya que Dios obra por tu mano curaciones sin cuento en
la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor,
guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo…
En el año 1858, la localidad de Lourdes era una muy pequeña aldea con casas humildes, como así también sus habitantes, que en un ochenta por ciento eran analfabetos.
Esta comarca, apenas conocida en Francia en ese momento, se encuentra en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas).
Esta gruta era un lugar solitario con un suelo árido y seco en el cual crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona. Aquí fue donde, según el testimonio de Bernadette Soubirous, se produjo una de las apariciones marianas más conocidas de la Historia, en el año 1858. Hoy junto a esa Gruta de las Revelaciones se alza un santuario y un lugar de peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por Monseñor Laurence, obispo que acogió las revelaciones privadas a santa Bernadette Soubirous), constituyen el santuario original. Posteriormente, todo el conjunto de templos y edificios que tienen como centro la Gruta mencionada recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
En la cavidad natural donde se produjeron las apariciones se dispuso una estatua de la Virgen María, además de un altar, bancos con reclinatorio, un soporte para cirios, etc. De ese conjunto se hicieron reproducciones, más o menos literales y generalmente a la misma escala, en muchos lugares fuera de Lourdes, en las que son invariables la gruta y la imagen de la Virgen. Según la reproducción, pueden aparecer, también, el altar, los bancos, y en ocasiones, una estatua de Bernadette.
En el año 1858 la localidad de Lourdes era una muy pequeña aldea con casas humildes, como así también sus habitantes, que en un ochenta por ciento eran analfabetos.
Esta comarca se encuentra en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas). Al pie de éste corre el río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas. A un lado de los muros de rocas seminegruzcas la naturaleza abrió una pronunciada gruta de 3 metros y medio de ancha por 3 metros y medio de alta.
Esta gruta era un lugar solitario con un suelo árido y seco en el cual crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona. Aquí fue donde, según el testimonio de Bernadette Soubirous, se produjo una de las apariciones marianas más conocidas de la Historia, en el año 1858. Hoy junto a esa Gruta de las Revelaciones se alza un santuario y un lugar de peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por Monseñor Laurence, obispo que acogió las revelaciones privadas a santa Bernadette Soubirous), constituyen el santuario original. Posteriormente, todo el conjunto de templos y edificios que tienen como centro la Gruta mencionada recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
El complejo incluye las basílicas de la Inmaculada Concepción, la de Nuestra Señora del Rosario y la de san Pío X, así como la Gruta de las apariciones, donde la Virgen se presentó ante Bernadette Soubirous. Ext. Wiipedia
Sitio del Santuario: http://es.lourdes-france.org/?goto_centre=ru&contexte=es&id=1008
Colocar una vela en el santuario: https://es.lourdes-france.org/sndlphp/frmpaie/frmCierges.php?p=W
La advocacióncatólica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous afirmó haber presenciado en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en 1858. Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Bernadette Soubirous, una adolescente pobre y analfabeta de catorce años, aseguró haber visto en 18 ocasiones a laVirgen Maríaen una gruta del paraje de Massabielle, al occidente deLourdesentre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858.
En la tercera aparición, la niña habló con la Señora en gascón, dialecto occitano que se usa en la zona, la cual se dirigió a ella usando el "usted" (voi) de cortesía y pidiéndole: "¿Me haría usted el favor de venir aquí durante quince días?" (Boulet aoue era gracia de bié aci penden quinze dias?). Bernadette le prometió que lo haría. A su vez, la Señora le anunció que no le prometía hacerla feliz en este mundo, sino en el otro.
En sucesivas apariciones, el mensaje fue tomando cuerpo:
Invitación a la Penitencia y a la oración por los pecadores (21 de febrero).
Invitación a vivir una pobreza más evangélica.
Solicitud de que se hicieran procesiones a la gruta y le fuera erigida allí una capilla (2 de marzo).
El 25 de febrero, según testificó Bernadette, la Virgen le dijo que fuera a tomar agua de la fuente y que comiera de las plantas que crecían libremente allí.
Ella interpretó que debía ir a tomar agua del cercano río Gave y hacia allá se dirigió. Pero la Señora le enseñó con el dedo que escarbara en el suelo.
Al excavar en el fango e intentar beber, Bernadette ensució su rostro, y sus gestos y apariencia fueron motivo de escepticismo por parte de muchas de las 350 personas presentes, ya que el manantial no se manifestó de inmediato. Sin embargo, poco después surgió una fuente de agua que, hasta el día de hoy, es meta de peregrinaciones por parte de muchos católicos y que ha sido testigo de numerosos milagros.
El manantial que brotó aquel 25 de febrero de 1858 produce cien mil litros de agua por día, de forma continua desde aquella fecha hasta nuestros días.
Ante la reiterada petición de Bernardette de que revelara su nombre, el 25 de marzo de 1858 (en su decimosexta aparición) la Señora le dijo : "Que soy era Immaculada Councepciou" ("Yo soy la Inmaculada Concepción").
La Iglesia católica consideró a la Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Lourdes, la patrona de los enfermos.
El más reciente reconocimiento de un milagro por parte de la Iglesia Católica sobrevino en el año 2005. Asimismo, se reconoció que 6 milagros tuvieron lugar por intercesión de Nuestra Señora de Lourdes sin que los enfermos viajaran a Lourdes. La mayoría de los milagros se produjeron por contacto con el agua de Lourdes (49 milagros de los 67). Para que una curación se considere milagrosa se deben cumplimentar una serie de requisitos, entre los que se cuentan:
Que la dolencia sea incurable, desde un punto de vista científico.
Que se haya puesto de manifiesto la total ineficacia de los medicamentos o protocolos empleados en su tratamiento.
Que la curación haya sobrevenido de forma súbita y no gradual.
Que la curación haya sido absoluta, con efectos duraderos, y no solamente una remisión.
Que la curación no sea el resultado de una interpretación derivada del estado psíquico de la persona.
La persona más joven que se considera recibió esa gracia fue un niño de 2 años: Justin Bouhort, de Lourdes (Francia), que padecía hipotrepsia crónica post infecciosa con retardo del desarrollo motor.
Algunos de 67 casos de curación considerados milagrosos por la Iglesia católica son los siguientes:
Jeanne Fretel, de Rennes (Francia). Visitó Lourdes el 10 de mayo de 1948, a los 31 años. Tenía peritonitis tuberculosa, con enflaquecimiento extremo y fiebre. Fue llevada a Lourdes en estado comatoso. Le fue dado un fragmento minúsculo de Eucaristía y despertó. Se informó que fue "inmediata y permanentemente curada" esa noche mientras yacía en su silla de ruedas al lado del manantial. Ella todavía no se había bañado en el manantial, ni bebido de su agua. Su curación fue reconocida oficialmente el 11 de noviembre de 1950.
Marie Bigot, de La Richardais (Francia). Visitó Lourdes en dos oportunidades, el 8 de octubre de 1953 y 10 de octubre de 1954, a la edad de 31 y 32 años respectivamente. Padecía de aracnoiditis a nivel de la fosa posterior (causal de su ceguera, sordera y hemiplegia). Su curación fue reconocida oficialmente en Rennes, el 15 de agosto de 1956.
Juliette Tamburini, de Marsella (Francia). Visitó Lourdes el 17 de julio de 1959, a la edad de 22 años. Padecía osteoperiostitis femoral con fístulas y epistaxis. Su curación fue reconocida el 11 de mayo de 1965 en la diócesis de Marsella.
Vittorio Micheli, de Scurelle (Italia). Visitó Lourdes el 1 de junio de 1963, a la edad de 23 años. Padecía de sarcoma (cáncer) de pelvis. Su tumor canceroso era tan grande y terrible que desencajó su muslo izquierdo, dejando su pierna izquierda paralizada. Después de ser bañado en las aguas del manantial, se liberó del dolor y pudo caminar. La disminución del tamaño del tumor se produjo de inmediato, aunque la verificación final se realizó en febrero de 1964, fecha en la que no sólo el tumor había desaparecido por completo, sino que además se había recalcificado la unión con la cadera, habiendo retornado Vittorio a su vida normal. La curación fue reconocida el 26 de mayo de 1976 en la diócesis de Trento.
Serge Perrin, de Lion d’Angers (Francia). Visitó Lourdes el 1 de mayo de 1970 a la edad de 41 años. Sufría de hemiplejía recurrente del lado derecho, con lesiones oculares, por trombosis bilateral de la arteria carótida. Los síntomas, que incluían dolor de cabeza, deterioro del habla y de la visión, y parálisis parcial del lado derecho, comenzaron sin advertencia previa en febrero de 1964. Durante los siguientes seis años vivió confinado a una silla de ruedas, casi ciego. En 1969 viajó a Lourdes, retornando en el mismo estado alarmante. Durante su peregrinaje a Lourdes en 1970, sintió un calor repentino de pies a cabeza, retornando su visión y su capacidad de caminar sin ayuda alguna. Regresó de Lourdes con la confirmación médica de hallarse curado. Su curación fue reconocida oficialmente el 17 de junio de 1978 en la diócesis de Angers.
Delizia Cirolli, luego Delizia Costa, de Paternò (Sicilia, Italia). Visitó Lourdes el 24 de diciembre de 1976 a la edad de 12 años. Padecía del Sarcoma de Ewing en la rodilla derecha. Los doctores sugirieron la amputación pues el avance de la enfermedad podría resultar fatal, pero sus padres se rehusaron. La madre llevó a la niña a Lourdes. A su retorno a Italia, el tumor evidenció una rápida regresión hasta desaparecer toda evidencia del mismo. El tumor dejó su tibia angulada, requiriéndose una operación correctiva (osteotomía). La niña recomenzó a caminar, comer, y vivir normalmente. Su curación fue reconocida el 28 de junio de 1989 en la diócesis de Catania (Italia). Ella se hizo enfermera. mas info en wikipedia
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré con vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos.
¡Madre tierna!
¡Madre bondadosa!
¡Madre dulcísima!
Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros. Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros. Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Oh María, que te apareciste a Bernardita
en la cavidad de la roca;
al frío y a las sombras del invierno
tú les trajiste el calor de tu presencia
y el resplandor de tu belleza.
Infunde la esperanza, renueva la confianza
en el vacío de nuestras vidas,
tantas veces sumidas en la sombra,
y en el vacío de nuestro mundo,
en el que el Mal hace valer su fuerza.
Tú, que eres la Inmaculada Concepción,
socórrenos, pues somos pecadores.
Danos humildad para la conversión
y valor para la penitencia.
Enséñanos a rezar por todos los hombres.
Guíanos a la fuente de la verdadera vida.
Ayúdanos a caminar como peregrinos
en el seno de la Iglesia.
Estimula en nosotros el hambre de la Eucaristía,
pan del caminante, el Pan de Vida.
Oh María, el Espíritu Santo hizo en ti maravillas:
Él, con su poder, te ha colocado junto al Padre,
en la gloria de tu Hijo, el Viviente.
Vuelve tu maternal mirada
a nuestras miserias del cuerpo y del espíritu.
Que tu presencia, como luz reconfortante,
brille a nuestro lado en el trance de la muerte.
Queremos rezarte, oh María,
con sencillez de niños, como Bernardita.
Que entremos, como ella, en el espíritu
de las Bienaventuranzas;
así podremos, ya aquí abajo,
empezar a conocer las alegrías del Reino
y cantar contigo tu Magníficat.
¡Gloria a Ti, Virgen María,
dichosa servidora del Señor,
Madre de Dios,
morada del Espíritu Santo!
El 11 de febrero de 1858,Bernadette Soubirous se hallaba con su hermana y su prima buscando leña en el campo en las cercanías de Massabielle.
Cuando se aproximaban a una gruta fue sorprendida por una nube dorada y un fuerte ruido que semejaba una ráfaga de viento. Levantó la cabeza y vió una señora vestida de blanco con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que se apoyaban sobre las ramas de un rosal.
La señora sonreía mientras le hacia una señal para que se acercara, Bernadette desconcertada se puso de rodillas, saco el rosario y empezó a rezar. La dama aprobó el gesto con un movimiento de su cabeza y comenzó también a pasar las cuentas de su rosario. Luego retrocedió hacia el interior de la gruta y desapareció.
Una segunda aparición tuvo lugar una semana después ante Bernadette y un grupo de jóvenes que la acompañaban. Las visitas de la Virgen se repetirán en 18 ocasiones, hasta el 16 de julio.
En la novena aparición, el 25 de febrero, la Virgen le indicó que debia tomar agua y lavarse los pies en la fuente que se encontraba debajo de la gruta.
En muchas ocasiones Bernadette le pidió que le revelara su identidad, a lo cual respondía con una sonrisa.
Al cabo de 15 días la señora exclamó: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Esto ocurrió 4 años después de que el dogma de la Inmaculada fuera aprobado por el Vaticano.
En sus revelaciones la Virgen exhortó a la muchacha a rogar por los pecadores y le manifestó su deseo de que en ese lugar se edificara un templo.
En 1862 las apariciones fueron declaradas auténticas por las autoridades eclesiásticas.
Se habla de mas de cinco mil curas realizadas en Lourdes, aunque un comité conformad por un equipo de médicos de todo el mundo y de distintas religiones solo ha aprobado como realmente ciertos 67 de esos casos.
Este sitio es para honrar a nuestra Madre Maria. En el iremos conociendo sus advocaciones y también devociones varias. Claudia Canelones - Uruguay 11-4-2010
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